FRACASA LA ESTRATEGIA DE SEGURIDAD de AMLO

La violencia en México ha sido un problema constante durante décadas y ha sido una de las principales preocupaciones de los ciudadanos. El presidente Andrés Manuel López Obrador prometió durante su campaña electoral que sería capaz de acabar con este problema, pero hasta ahora no ha sido capaz de cumplir con esa promesa.

Si bien es cierto que López Obrador tenía razón al afirmar que la violencia estaba relacionada con una mafia en el poder, su estrategia de «abrazos, no balazos» no ha funcionado como se esperaba. A pesar de que ha habido algunos logros importantes en materia de seguridad, la realidad es que los índices de violencia y homicidios dolosos han seguido aumentando.

Es cierto que la «guerra contra el narco» iniciada por el gobierno de Felipe Calderón y continuada por el gobierno de Enrique Peña Nieto ha dejado un rastro de muerte y destrucción en todo el país, pero también es cierto que López Obrador ha tenido tiempo suficiente para implementar un plan eficaz para reducir la violencia y no lo ha logrado.

El problema de la violencia en México no se puede solucionar de la noche a la mañana, pero el presidente López Obrador debería asumir la responsabilidad de que su estrategia no ha funcionado y trabajar en conjunto con las fuerzas políticas y sociales para encontrar soluciones efectivas y sostenibles a largo plazo.

Es necesario reconocer que la violencia en México no es un problema que pueda resolverse de manera aislada, sino que requiere de una estrategia integral y multidisciplinaria que involucre a todos los sectores de la sociedad.

La seguridad y la paz son derechos fundamentales que todos los ciudadanos merecen, y es responsabilidad del gobierno garantizarlos.